Trabajamos cada parcela con cuidado, siguiendo los tiempos de la tierra y apostando por una producción responsable. Aquí no hay atajos: solo cultivo honesto, natural y con raíces profundas. Nuestros productos son el resultado de años de experiencia y compromiso diario con la calidad. Cultivar girasol, trigo y cebada no es solo una tarea, es parte de nuestra vida.
El girasol es parte esencial de nuestras tierras. Cultivado bajo el sol castellano, se adapta bien al entorno y da flores fuertes y sanas. Lo usamos principalmente para producción de aceite y forraje, siempre con un manejo respetuoso del suelo. Su floración marca el ritmo de nuestra temporada.
Nuestro trigo se siembra con técnicas tradicionales que hemos perfeccionado con los años. Lo cultivamos para consumo panadero y harinero, cuidando siempre la rotación del terreno. Es un grano resistente, de buena densidad y alto valor nutricional, ideal para quienes buscan calidad.
La cebada que cosechamos tiene múltiples usos, desde la elaboración de cerveza hasta la alimentación animal. Nuestro enfoque es mantener un grano limpio, uniforme y libre de excesos químicos. Crece fuerte gracias al equilibrio natural que mantenemos en el campo.
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